28 diciembre 2009

Vendaval

Y surgió,
un vendaval de palabras
azotó nuestras bocas.
Anónimos diques
sustentados por el silencio
pudieron ser derribados
y nuestros sentidos,
con continuas riadas de palabras,
se empaparon.

Amigo mío,
un día el temporal amainó
y no hubo más sonidos
en nuestros labios.
Sólo quedó
una fatigosa mudez.
Elipsis de palabras,
adobe de nuevos,
aunque no tan inesperados,
Diques de Silencios.