Rojo, cielo azul.
Llueve seco hasta empapar los cuerpos.
Suben las faldas
Es la hora en el que los pavos
salen a pasear.
Se cruzan sus reales miradas
rozándose
hasta el éxtasis de unas pestañas
que no cesan
el sempiterno movimiento del coqueteo.
Rojo, cielo azul
Rojos, los cuerpos.
Ha llegado el verano
27 junio 2015
Lo mismo
No hay lugar para las diferencias
en las tierras
donde se bate el deseo,
levantando un polvo
que ciega los ojos.
No son diversas las tierras
cuando sopla el viento
avivando las llamas
de los cuerpos
hasta dejarlos grises,
hasta hacerlos in(ser)visibles
a la vista de los ojos
caducos en deseos
tras amainar el viento.
Caen las hojas muertas,
crecen las nuevas verdes.
sopla nuevamente el viento.
en las tierras
donde se bate el deseo,
levantando un polvo
que ciega los ojos.
No son diversas las tierras
cuando sopla el viento
avivando las llamas
de los cuerpos
hasta dejarlos grises,
hasta hacerlos in(ser)visibles
a la vista de los ojos
caducos en deseos
tras amainar el viento.
Caen las hojas muertas,
crecen las nuevas verdes.
sopla nuevamente el viento.
En la mente de
Fali Monte
0
Raíces
24 junio 2015
Ruggine (Bologna)
Los mismos rugidos
en un mundo poco abstemio.
Burbujas de aire
que se derraman y alcanzan
al rugir del león sin voz
en la ciudad vieja y roja.
Burbujas en el lugar
donde halló
las cuerdas vocales del ser
Burbujas para rugir,
para rugir.
Burbujas para respirar,
para respirar a pierna suelta
en su soledad.
en un mundo poco abstemio.
Burbujas de aire
que se derraman y alcanzan
al rugir del león sin voz
en la ciudad vieja y roja.
Burbujas en el lugar
donde halló
las cuerdas vocales del ser
Burbujas para rugir,
para rugir.
Burbujas para respirar,
para respirar a pierna suelta
en su soledad.
En la mente de
Fali Monte
0
Raíces
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