25 agosto 2010

¿Por....?

¿Por qué he de callar
que, en este preciso instante, eres
el perfecto presente simple?

¿Por qué has de callar
que, en este preciso instante, soy
el perfecto presente simple?

¿Por qué callar?
¿Por qué no hacer de éste
el preciso momento
para unir nuestros anhelos,
para que,
tal vez en un instante impreciso,
nos transformemos
en un futuro imperfecto?

¿Por qué callar?

¿Por qué condenarnos
con el silencio
a ser los Eternos Perfectos?

...

11 julio 2010

Fría piel ...

Duros tus tendones y huesos
de adobe y yeso.
Inicial fría piel de mármol.

Sempiterno lugar de reposo
para los fieles parroquianos,
para los transitorios pasajeros.
Espectadora de historias
exhaladas y exiliadas,
entre sorbo y sorbo,
de sus gargantas.
Sustentadora de historias
en diarias crónicas amarillas
plasmadas.

Duros tus tendones y huesos
de adobe y yeso.
Final cálida piel de mármol.

Agotados los vasos,
acabadas las palabras,
sólo quedará,
como cada noche,
un abandonado periódico
de palabras mojadas,
tornando a tu fría piel
para el inicio de un nuevo mañana.

06 abril 2010

Eternos Estacionales

Escucha,
no los oyes,
son ellos.
Son sus lamentos
por querer salir de
la isla del recuerdo.
Ese único lugar
donde han conseguido
ser eternos.
Ciertamente,
ese dolor,
esa voz ahogada
por el olvido
no pueden ser más que
de ellos,
Los Estacionales
Amores Eternos.

14 marzo 2010

Y vienes a mí

Como hambrienta fiera
que espera a su presa,
así en cada esquina la percibo,
asustándome
con sus impersonales ojos,
ahogándome
con el collar
formado por sus etéreas manos.

Y poco a poco
cedo a que se adueñe de mí,
haciendo que no sepa
donde me encuentro
perdida en su silencio.
Loca de tanto silencio.
Delirio de sentirle dentro.

Soledad,
¿Cuándo vas a permitir
que me desnude
de sus dolorosos abrazos?

06 marzo 2010

Si un día he de llegar

Si un día he de llegar al infierno,
que el camino me lo marque
sus desnudos muslos.
Ese mi infierno,
ese su rincón modelado
por sus amplias líneas curvas.

Que sean sus carnosos montes
los que durante la escalada
me muestren la senda hacia su boca
Y una vez allí
saciarme con su agua
ahogando el éxtasis de los pasos
que encaminan
hacia la perdición.

19 febrero 2010

Equivocaciones

No se equivoque.

No está en su mirada ese lago donde
anhelo ahogar mis inquietos ojos.

No es de su boca donde nacen
los susurros que abruman mis oídos,
arrancando de cada rincón
de mi configuración
el más estremecedor escalofrío.

No reside en sus manos
esa dulzura que,
despojando lentamente
los descoloridos harapos
que me envuelven,
anuncia mi perdición ante su garbo.

No es su calor el fuego
que consigue inhibir
el frío que entorpece
los movimiento de mis extremidades.

No se equivoque, no.
Sólo fue un oportuno o no
descanso en el camino
de esta mi ánima errante.

11 febrero 2010

Dolorosos silencios

Austero e incómodo
silencio el que encuentro
en las bocas,
en los gestos,
de todos aquellos que
dicen representarnos.
Silencios ante el Hambre,
Silencios ante la Corrupción,
Silencios ante la Pobreza,
Sólo SILENCIOS.

De ustedes los intitulados políticos
no es el Sol, ni el Agua, ni la Tierra,
ni todo aquello que por ellos y/o en ellos
nazca, crezca.
Pero de vuestra memoria se borró
como un mal recuerdo doliente
¿Y como hacer para que volváis a recordar?
¿Tenemos que morir todos
menos sus excelencias
para que os percatéis que
vuestra vida no es
la única en este Planeta?

29 enero 2010

Dispersión

Los pies en el cielo,
la cabeza en la tierra
y entre ambos,
la dispersión de la unidad,
la dispersión del ser.

Episodio intransigente
difícil de gobernar,
cual barco perdido
en un mar tempestuoso
y desconocido,
con la única esperanza de hallar un claro
en la espesa niebla de la dispersión
y poder aflorar nuevamente
en la médula de su propia existencia.
Nexo de unión de Cielo y Tierra,
Pies y Cabeza.

10 enero 2010

Único

Secundada por la desnuda barra
a vos lo aguardo, lo pienso, lo asumo
Cuerpo febril
de engañosa fragilidad.
Lasciva copa de vino
confinando al genio
que hastía todos mis sentidos.

Arribado a mi árida ribera
A vos lo siento, lo cato, lo tomo
Con miedo y con calma
huelo su pelo,
admiro sus ojos,
bebo de sus labios, de su cuerpo
el embriagador vino
que deleita todos mis sentidos.

Vos la única copa,
el único vino.