A lo lejos,
en un balcón de cualquier edificio
de una ciudad cualquiera,
observo a una mujer.
Su larga melena,
agitada por el viento,
acaricia su rostro.
Su cálida mirada
es rodeada por
bellas e históricas líneas
que en otro tiempo
se definieron
como llantos y risas
visible testimonio
de su particular
desfile por la vida.
En su mano un cigarro
y en su serena mirada,
perdida en el desvanecimiento
del humo,
la aceptación de que en
algún instante se consumirá.
1 comentario:
Coqueteas con dramas existenciales...
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