14 marzo 2010

Y vienes a mí

Como hambrienta fiera
que espera a su presa,
así en cada esquina la percibo,
asustándome
con sus impersonales ojos,
ahogándome
con el collar
formado por sus etéreas manos.

Y poco a poco
cedo a que se adueñe de mí,
haciendo que no sepa
donde me encuentro
perdida en su silencio.
Loca de tanto silencio.
Delirio de sentirle dentro.

Soledad,
¿Cuándo vas a permitir
que me desnude
de sus dolorosos abrazos?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho, soledad

Fali Monte dijo...

Muchas gracias por su comentario, Gonzalo. Siempre resulta alagador que te digan cosas como estas

Cuentista dijo...

estas perdida fali!!donde te metes?bueno espero que vuelvas pronto por el soul y poder devolverte el libro!
un beso