Formada por cientos de espejos,
mi cuerpo.
Y en cada uno,
tu reflejo.
Noches, tardes, mañanas
hacia la diana del olvido
lanzo dardos armados de orgullo.
Noches, tardes, mañanas
escalofrío ante el ensordecedor ruido.
Ahora, formada por miles de espejos,
en cada uno de ellos,
persiste aún tu reflejo,
tu recuerdo
2 comentarios:
Me encanta el principio!
Tus "Enter" (como les llamas) tienen pasión y arrancan de sentimientos. Eso es poesía.
Me han impresionado mucho tus textos. Me alegro de haberte conocido, enóloga.
Publicar un comentario