21 agosto 2013

Crecen.
Crecen hacia arriba.
Crecen hacia abajo
agarrando sus raíces
en una tierra abonada
de sudor y lágrimas.

No se agitan sus ramas
con el aullido del lobo
ahogado en la parcela
de la austeridad.

Y la justicia,
no tiene alma de leñador.

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