Rojo, cielo azul.
Llueve seco hasta empapar los cuerpos.
Suben las faldas
Es la hora en el que los pavos
salen a pasear.
Se cruzan sus reales miradas
rozándose
hasta el éxtasis de unas pestañas
que no cesan
el sempiterno movimiento del coqueteo.
Rojo, cielo azul
Rojos, los cuerpos.
Ha llegado el verano
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